las asociaciones que impulsamos el uso del euskera en las cuadrillas y pueblos de Araba hemos recibido con mucha preocupación la propuesta de la Diputación Foral para 2013. Los recortes en la partida de euskera, unidos a los ya aplicados en 2012, hacen tambalear los cimientos que venimos construyendo en los últimos 30 años. El desarrollo que el euskera y la comunidad euskaldun han tenido en Araba en las últimas décadas ha sido gracias principalmente a dos factores seriamente afectados por los duros recortes.
Un factor determinante en el desarrollo del idioma ha sido y es el movimiento social organizado. En Araba, como en otros territorios, la sociedad ha sido la que ha llevado la iniciativa en la expansión del euskera. La comunidad euskaldun organizada ha hecho y hace latir al euskera. Por otra parte, atendiendo a la demanda social y gracias a la apuesta de algunas instituciones, en los últimos años en los pueblos y cuadrillas se ha podido conformar una extensa red de técnicas y técnicos de euskera junto con los que compartir dinámicas de fomento.
Lo desproporcionado de los recortes a la partida de euskera salta a la vista ante los siguientes datos: la intención del gobierno foral es recortar el presupuesto general en un 9%, mientras la partida destinada a la promoción del euskera se reduciría un 52%. La enorme diferencia es aún mayor si se compara con el presupuesto del 2011, ya que el recorte en dos años llega al 66%, es decir, desde que el actual gobierno empezó a presupuestar al fomento del euskera se le ha quitado dos de cada tres euros.
Ese enorme recorte a una partida tan pequeña traería consigo un paso atrás en una labor en la que se ha avanzado poco -el uso del euskera- pero supondría un retroceso, precisamente en el momento en que aparecen condiciones para avanzar y más dispuestas tenemos las herramientas para el trabajo en común. Por todo eso puede ser decisivo y grave el golpe que sufriría el euskera en Araba.
La proporción de euskaldunes es mucho mayor hoy que hace 10 años; somos 50.000 los euskaldunes mayores de 16 años, un 18% de la población de esa edad. Ese porcentaje es mucho mayor en la franja de edad entre 16 y 30 años y, por supuesto, superior entre menores de 16. Esos datos anuncian un futuro mejor en lo que al conocimiento del euskera se refiere, a la vez que ofrecen y reclaman, como nunca anteriormente, unas condiciones sociales propicias para su uso.
La próxima década será decisiva, cuando la nueva generación más euskaldun de alavesas y alaveses sean madres y padres. Ese futuro -que ya está aquí- precisa de un aumento de espacios de uso cotidiano, de una oferta de ocio y formativa en euskera, de transmisión familiar, de una labor continuada de sensibilización y estimulación entre la juventud unida a un aumento de las oportunidades. Tan necesarias medidas deberían ser prioridad en la política lingüística, ya que los avances no surgen de un día para otro, sino que sólo pueden ser fruto de la labor bien planificada entre organizaciones sociales e instituciones públicas.
Por otra parte, la intención de la Diputación de debilitar el área de fomento del euskera se da en un contexto de falta total de prácticas transversales en las demás áreas que la normalización del euskera precisa, como nadie hoy en día niega, a pesar de que desgraciadamente esa falta de visión no sea nueva ni exclusiva del actual gobierno foral. Si a esa falta se le suma el debilitamiento del fomento específico, el resultado puede ser demoledor porque la no aplicación de una política lingüística es también política lingüística, precisamente contraria a la normalización.
Quienes administran el dinero de las y los alaveses deberían tener en cuenta la actitud mayoritariamente favorable al fomento del euskera entre la población mayor de 16 años recogida en la última encuesta sociolingüística de 2011. Esa encuesta refleja tanto el aumento del conocimiento del euskera como el estancamiento de su uso, lo que ayuda a identificar necesidades yoportunidades, aunque desgraciadamente las intenciones del actual gobierno de la Diputación no vengan a ofrecer más que dificultades.
Las asociaciones que en los distintos pueblos y cuadrillas alavesas trabajamos en el fomento del uso del euskera consideramos una muy mala noticia la intención de la Diputación Foral para 2013 y a la vez que pedimos que se reconduzca, nos ofrecemos para hacer aportaciones que ayuden a corregirla.