La noche de fiesta que el gobierno de la ciudad prepara para este sábado confirma el fracaso de la gestión del premio green. Afirma el alcalde Maroto que como no ha habido ningún evento entorno a la capitalidad verde europea organiza una fiesta popular. Como si fuera la panacea para corregir un fracaso. Es un gesto que le honra, pero queda lejos de subsanar el error.
Sólo hemos tenido conocimiento de lo verde a través de titulares de prensa. Aunque estoy, como muchos vitorianos, esperando lo que ha supuesto económicamente a la ciudad el título europeo. Nada sabemos a qué se han dedicado los recursos aportados por los patrocinadores.
Llama la atención que se subraye como sostenible el aumento de contenedores de reciclaje en el lugar de la fiesta Green. Faltaría más; no es sostenible, sino lógico. Cuando se celebra algún evento lúdico es una exigencia del propio Ayuntamiento colocar más contenedores de reciclaje. Es una prueba más de humo que trata de vender este gobierno municipal carente de ideas y con muchas dotes de populismo barato.