Ante todo quiero romper una lanza a favor de la juventud, tantas veces denostada. No es justo meter a toda la juventud en el mismo saco, porque no toda es igual. Ciertamente, que hay jóvenes desvergonzados e irresponsables, pero no es menos cierto que hay otra juventud honesta y responsable. El pasado viernes día 9 comprobé in situ las dos vertientes de esta juventud, pues mientras uno me arrebataba el bolso en la calle sobre las 14.00 horas, otro joven salía en mi ayuda.
Todo ocurrió en la calle Angulema. Un joven se me acercó y abusando de juventud, me arrebató el bolso dejándome consternada, indignada y con un gran susto encima. Menos mal que reaccioné y grité con todas mis fuerzas, que en verdad no eran muchas en ese momento, pero alguien me oyó. Otro joven salió en persecución del amante de lo ajeno consiguiendo que este érrojara su botín al verse cazado por su perseguidor.
Por tanto, quiero dejar constancia del valor, generosidad y honestidad del muchacho que sin duda arriesgó su físico al enfrentarse a otra persona, que bien pudiera llevar una navaja. Siento profundamente no haber estado a la altura de mi salvador, pues repito una vez más que me quedé absolutamente bloqueada. Con jóvenes como tú tendremos un futuro esperanzador. ¡Gracias chaval, muchas gracias!
Ana Mª Vélez de Mendizabal