Se ha cumplido un año desde la última manifestación celebrada en Madrid a favor del pueblo saharaui y ya son dos los que han pasado desde que nos dejó Said Dambar y el joven Elgarhi Nayem, mártires saharahuis.
En este tiempo han pasado muchas cosas buenas y otras no tanto. Empezaremos destacando la creciente preocupación mundial en ese territorio por los derechos humanos, así a las denuncias sobre torturas hechas por Amnistia Internacional y Human Watch Right tenemos que unir las realizadas por el relator especial de Naciones Unidas, el argentino Juan Méndez, sobre casos de tortura o las hechas por el centro Robert F. Kennedy para la justicia y los derechos humanos.
También merece mención especial la importantísima y actual visita del enviado especial de Naciones Unidas, Cristopher Ross, el cual tendrá tanto la oportunidad de entrevistarse con saharauis como con marroquíes, o las recientes declaraciones del ministro de exteriores francés reafirmando el derecho a la autodeterminación de la población saharaui, algo insólito hasta el momento.
Lo más negativo es que Francia a cambio de distintos intereses, siga dando cobertura a la vulneración de los derechos humanos por parte de Marruecos en el Sahara Occidental, al impedir con su derecho de veto en Naciones Unidas el despliegue de las tropas de dicho organismo en la zona, por ello pienso que entre todos tenemos que hacer, para que el apoyo incondicional que brinda el Gobierno galo al marroquí le vaya saliendo cada día más caro. En este sentido sería conveniente el apoyo a la manifestación que se celebrará mañana en Madrid.