el tiroteo que protagonizaron dos pistoleros el pasado día 9 constituyó, de hecho, una ruptura de la tregua de ETA. La declaración de alto el fuego no estableció ninguna excepción, por lo que el recurso a las pistolas ha de ser considerado como una ruptura de la misma. La posterior declaración de la izquierda abertzale histórica viene a decir, en esencia, eso mismo cuando señala que "…los compromisos adquiridos por ETA con el alto el fuego no son, en absoluto, compatibles con el tiroteo, siendo incomprensible e inaceptable lo acontecido". Y el llamamiento de esa misma izquierda abertzale a ETA "para que se ratifique en los compromisos de alto el fuego" significa que sus líderes albergan dudas acerca de su vigencia real.
Unos días después de los tiroteos se ha producido el hallazgo del arsenal de explosivos más grande de cuantos se han encontrado nunca en la Península Ibérica. Si la información proporcionada por el Ministerio del Interior es correcta, una parte de dichos explosivos se encontraba en condiciones de ser utilizada. Comprendo que eso no tiene por qué ser verdad, pero el caso es que puede serlo. Pues bien, la suma tiroteos más explosivos se parece demasiado a la suma dos más dos. Esa suma da cuatro, que es el número de la terminal que, junto con la tregua de entonces, voló por los aires el último día de 2006, a la vez que se llevaba por delante la vida de dos personas. Recordemos que aquella ruptura también se produjo sin anuncio previo. Tengo la impresión de que estamos pasando por encima de lo ocurrido como si no se tratase más que de un incidente -grave pero incidente, al fin y a la postre- y no lo es. Formalmente se ha producido la ruptura de la tregua y lo que falta por saber es si esa ruptura es fruto de una decisión tomada por la dirección de la organización terrorista del mismo modo a como tomó en su día la de declarar el alto el fuego o, por el contrario, ha sido fruto de la decisión de un grupo de pistoleros disconformes con la marcha de las cosas.
Bajo el primer supuesto, estaríamos en la antesala de lo que ocurrió en 2006. Y el segundo supuesto sería el resultado de una escisión, eso de lo que muchos no quieren que se hable y en lo que otros muchos no quieren que se piense. Pero hay que considerar esa hipótesis: ha ocurrido en el pasado con ETA y con otras organizaciones terroristas también ha ocurrido lo mismo.
Ahora bien, esto en ningún caso nos retrotraería a la situación de 2007. Si se ha producido o está a punto de producirse una escisión en ETA, la diferencia sería, sólo por eso, muy importante. Pero lo verdaderamente importante es que la izquierda abertzale histórica, o al menos una mayoría de la misma, ha tomado la decisión de transitar por el camino de la política y eso quiere decir que el apoyo político y social que en adelante pueda tener el terrorismo se habrá reducido a niveles mínimos. Los organismos, casi todos los organismos, se resisten a morir; no lo suelen hacer por su propia voluntad. Las serpientes no son excepción.