Desde que en abril de 2010 la UTE Clece-Urazca se hizo cargo del servicio de limpieza de los ambulatorios de la comarca de Araba, el servicio ha ido deteriorándose por diferentes motivos. Por ello, nos vemos obligadas a hacer públicas las diferentes causas que han originado estas deficiencias, ya que el colectivo de trabajadoras no somos las responsables de ellas.

La principal causa es la total falta de formación a la que son sometidas por parte de la empresa las nuevas trabajadoras que son contratadas para cubrir bajas. Esto a derivado en diversos incidentes como un accidente laboral (pinchazo con jeringuilla), por falta de una formación teórica y práctica adecuada en materia de manipulación de residuos, así como equívocos en la utilización de materiales. Precisamente a consecuencia del incumplimiento de parte de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales la empresa a sido requerida y sancionada.

No solo eso, el incumplimiento del pliego de condiciones técnicas también es un hecho en casos como la desinfección de botiquines, limpieza diaria de sala de extracciones dentales, los inadecuados materiales y productos empleados o la falta de las fichas técnicas de los productos de limpieza, con el consiguiente riesgo que supone para los usuarios y trabajadores.

Por otro lado, la empresa para ahorrarse dinero, no viene cubriendo bajas al 100% en diversas ocasiones, lo que hace que parte del trabajo se quede sin hacer, además de acumular trabajo para el siguiente turno. Para parchear la situación, hay trabajadoras que han realizado horas extras, prohibidas por convenio, enmascaradas en las nóminas como suplemento voluntario.

Todas estas deficiencias ya han sido comunicadas a la Dirección de Osakidetza, pero se lava las manos. Abaratar gastos no puede ser un objetivo por encima de una gestión de calidad en un servicio tan fundamental para la atención primaria. Las privatizaciones, aparte de precarizar las condiciones laborales de las trabajadoras, a la larga repercuten también al conjunto de los usuarios, que como sucede en los ambulatorios, están viendo empeorar el servicio que presta la sanidad pública en la CAV. Nuestro caso es uno más dentro de la política general de recortes que practica Osakidetza en presupuestos, salarios y política de no sustituciones, con las correspondientes listas de espera, cargas de trabajo y hacinamientos de las urgencias que la población padece.

Ana Gómez y Maika Gutiérrez

Delegadas de personal de la UTE de limpiezas de Osakidetza en Araba