Korrika convirtió ayer el Condado de Trebiño en capital del euskera con el arranque de la 17º edición de la carrera popular más multitudinaria que se celebra en torno a la lengua vasca y que durante estos 11 días movilizará a un alud de euskaltzales que se sumarán a la marcha con muy diferentes motivaciones, aunque con el objetivo común de ganar nuevas conquistas para el impulso y desarrollo del euskera. Así lo evidencia el lema elegido para esta edición Maitatu, ikasi, ari... Euskalakari (quiérelo, apréndelo, utilízalo), que recoge en sus tres términos la fuerte carga emotiva que alimentaba a los primeros impulsores de la revitalización del euskera hace ya cuatro décadas, el increíble desarrollo que ha tenido su aprendizaje entre euskaltegis e ikastolas y, finalmente, la batalla por su utilización y por que el euskera salga a la calle y forme parte de la propia vida social. Y tampoco es casual que en esta ocasión la entidad homenajeada sea Euskaltzaindia, el organismo oficial íntimamente vinculado al pozo del que surgió la lengua vasca nada menos que desde 1919 hasta desembocar en el ancho y azul mar que hoy representa el euskera moderno, como cantara Urko en su mítico Guk euskaraz, zuk zergaitik ez? El hecho de que Korrika haya partido este año desde Trebiño encierra además una importante significación para los alaveses, ya que esta zazpigarren alaba representa la necesidad de derribar fronteras, tanto geográficas como simbólicas. Y es que la iniciativa de Korrika tiene mucho que ver con la superación de barreras, prejucios, sectarismos y lecturas unívocas. AEK, por su parte, ha realizado un importante esfuerzo -aunque siempre queden aristas por limar- por hacer de Korrika una iniciativa popular, plural y abierta y desvincularla de determinados tutelajes políticos, como también de determinados sectores políticos -especialmente en Álava- cabría esperar que se desquiten de absurdas cerrazones defensivas ante el desarrollo del euskera y que vean en el euskera una oportunidad de enriquecer la pluralidad de la sociedad alavesa. De Trebiño a Gasteiz -capital que Korrika atravesará el próximo jueves 14-, y con el objetivo de que en Álava se viva en la calle la progresiva euskaldunización de su sociedad, el euskera supera también mugas en este territorio desde la frontera hasta el corazón de las ciudades.