Texto día sí y otro también los medios de comunicación de un signo u otro nos venden noticias, argumentaciones, pronunciamientos sobre el tan tañido tema de ETA, la izquierda abertzale, Batasuna, terrorismo o Sortu. Pero es seguro que entre bambalinas, en el trabajo de cocina se está guisando el verdadero plato del final, del que no sabemos nada pues los políticos de turno no se atreven sacarlo a la mesa por si algunos se indigestan.

ETA es una organización terrorista que asesina y chantajea, que está siendo perseguida, apresada y cercada, pero ¿quién cerrará la persiana? Esto que últimamente ha sido tan sencillo llevar a cabo, según el PSOE y el PP, ¿por qué no se hizo antes? El que cierre la persiana, el último que haga la declaración definitiva de desaparición del terrorismo deberá saber que esta sociedad le está esperando ansiosamente a que dé por fin ese paso definitivo y una nueva era comenzará en Euskadi. Pero para que esto sea de verdad real, Sortu deberá figurar en el marco de la elecciones municipales.

Antes era entrar en las instituciones, después fue la ilegalización, hace pocas fechas era rechazo a la violencia y ahora se necesita que ETA desaparezca para que los constitucionalistas empiecen a ver la luz al final del túnel. ¿Será esto lo último o quizás lo siguiente sea que en las plazas de todos los pueblos de Euskalherria todos y todas las militantes y simpatizantes abertzales se postren de rodillas, pidan perdón y hagan compromiso público de condena y rechazo de la violencia? ¿De verdad interesa que esto acabe?