El partido y el Ejecutivo de López deben a la sociedad una aclaración sobre la iniciativa relativa a Sortu retirada horas después de su registro, porque la imagen trasladada ha sido la de un PSE cautivo

ES indudable que el PSE y el Ejecutivo que preside Patxi López adeudan a toda la sociedad que gobiernan una explicación suficiente sobre la realidad última del Acuerdo de Bases suscrito con el PP para alcanzar el Gobierno hace ya dos años. Es manifiesto que deben esa explicación especialmente a quienes entonces votaron socialista y ahora se encuentran con que el gobierno que quisieron no responde con frecuencia a los principios que el PSE les había ofrecido sino a los de un partido, el PP, al que no votaron y al que, en muchos casos, nunca votarían precisamente por las políticas que defiende. Era predecible, por otro lado, que esa dependencia iba condicionar al gobierno y la gobernabilidad de Euskadi, por cuanto cualquier iniciativa precisaría del apoyo del PP y se podría entender ya de antemano que las políticas de López iban a estar condicionadas por las de Antonio Basagoiti. De hecho, resulta al menos chocante el empeño que el PSE ha puesto en buscar acuerdos -o no vetos- en otras formaciones del arco parlamentario, el empeño que ha puesto en vender con argumentos que es un partido que pacta con todos, un partido en la centralidad de la Cámara, para luego dar marcha atrás en apenas unas horas con la iniciativa relativa a Sortu al primer tirón de orejas de su socio preferente. Ante tal decisión, caben dos suposiciones. O el PSE no calculó los daños que la proposición no de ley iba a causar a su alianza con los populares, lo que resulta difícil de imaginar en tanto la materia objeto de la iniciativa es la columna vertebral del Acuerdo de Bases y es harto conocida la posición del PP al respecto, o bien tras esta iniciativa había un objetivo que trasciende el mero debate del contenido del texto y en el que se ha calculado que la marcha atrás de ayer no incidirá. Sea como fuere, la impresión trasladada, por más explicaciones que se quiera dar sobre la necesidad de atemperar una polémica que sólo beneficia a Sortu, es que el PSE se ha plegado ante el PP en una materia clave; en otras palabras, que es el PP quien está marcando la política antiterrorista de los socialistas vascos. Cosa curiosa, teniendo en cuenta la dedicación del lehendakari a defender un discurso más matizado que el de Rodríguez Zapatero en torno a Sortu. Demasiadas suposiciones que necesitan, exigen, explicaciones.