El iluminado Fernando Alonso ha dicho que él se dormiría por una autopista viajando a 110 kilómetros por hora. Él conduce un Ferrari que va desde más de 300 por hora en una recta hasta menos de cien en una curva. Tarda dos segundos en reducir de 300 a 80 y luego otros dos en pasar de nuevo a 300. ¿Se queda Alonso dormido cuatro segundos? Mal le iría entonces, no completaría ni una vuelta. Te recuerdo que tú no eres Fernando Alonso, y él conduce tres veces más rápido que tú, por lo que para él son 330 para ti es 110. Por lo que para él 110 es para ti 36, la velocidad a la que iría él si no fuese piloto de Fórmula 1.

Alonso está en el mundo del motor, que cada vez hace coches que corren más para que renueves tu coche cada dos años y que consumas más gasolina. Los estudios que dicen que la gente quiere correr más rápido son pagados por petroleras y casas de coches en los que solo se manifiesta la opinión de sus clientes que quieren responder, y no la de todos los ciudadanos españoles. La medida de bajar el límite de velocidad, además de consumir menos salva vidas. Anda un tramo de tu calle andando y luego hazlo corriendo. Cuanto más deprisa vayas menos detalles ves. Estos detalles pueden ser conduciendo un ciclista que no ves o un animal que te sale y que obliga a hacer una maniobra brusca. Cuanto más deprisa vas más tarde maniobras y la distancia de frenada es mayor.

Es triste que se multe a personas por no llevar el cinturón de seguridad, por conducir bajo los efectos del alcohol o por saltarse el límite de velocidad, quizá puedes estar con vida por una multa que te pusieron aunque te rascases un poco el bolsillo.