La reciente declaración por parte de la Comunidad de Madrid del Frontón Beti-Jai en el distrito de Chamberí como Bien de Interés Cultural ha removido la memoria de este edificio centenario, actualmente en ruinas. El Beti-Jai fue construido por el arquitecto Joaquín Rucoba. No estaría de más que desde las instituciones vascas se apoyase la recuperación de este emblema de nuestra cultura. Testigo de un tiempo en el que el público madrileño gustaba de ver jugar pelota, es el único frontón en su estilo y uno de los más singulares del mundo. El carácter del edificio y del juego de la pelota vasca justifican por sí mismos la declaración del Beti Jai como Patrimonio de la Humanidad y al menos su reconocimiento como un emisario de nuestro deporte y patrimonio cultural.