Si mediante el ADN pudiésemos comprobar quién o quiénes fueron los padres del paro, llegaríamos a la conclusión de que este monstruo fue engendrado como consecuencia de que el PP, con sus leyes sobre el suelo, depositó el semen en la burbuja inmobiliaria y convirtió a España en un solar edificable adonde los especuladores acudieron como las moscas a la miel. Todos los partidos políticos sin excepción lo alimentaron hasta que la burbuja y parió este monstruo llamado paro 20%.

Ahora resulta que a ningún político le gusta reconocer a este monstruo por lo feo que es y sobre todo al PP, que trata día tras día de hacer creer a la ciudadanía que es hijo de Zapatero, no dudando en mentir y en utilizar toda la demagogia barata. El PP juega a imitar a Pilatos con grandes dosis de hipocresía, tratando de presentarse a las elecciones limpio como una patena, pero sin darse cuenta de que la historia, los datos y las hemerotecas delatarán sus mentiras.

No es justo tratar de llegar al poder montados sobre la crisis y poniendo palos en las ruedas ante medidas adoptadas por el Gobierno y felicitadas por los mandatarios europeos. Valen las mentiras, las insidias, la demagogia, el insulto, el populismo y, si es necesario, utilizar el racismo y la xenofobia, aun colocándose en la más extrema derecha del neoliberalismo francés.