SR. diputado Luis Zarrabeitia; es un honor para mí que se dirija personalmente con su carta; nunca me había carteado con un diputado. Mi educación se ha basado en el respeto, y espero que esta carta también sea enriquecedora para usted. En lo que se refiere en su carta a "en tiempos en los que la confrontación parece ganar terreno al diálogo", quisiera decirle que por una carta en los periódicos y tres pancartas en Saratxo eso no se puede considerar "tiempo de confrontación", y en cuanto al diálogo, este proyecto lleva en nuestras vidas diez u once años y la Junta Administrativa de Saratxo, según mi información, se ha reunido siempre con los distintos diputados de Obras Públicas y Transportes excepto con usted. Sé que tiene intención de reunirse con los afectados, pero veo que no encuentra el momento.

Dice también que no tratan de hacer una autopista ni siquiera una "vía rápida"; pues bien, el otro día leyendo el proyecto pone : "…a estos efectos las estructuras se proyectarán teniendo en cuenta el desdoblamiento futuro", cosa que su jefe de Carreteras lo negó públicamente. Por no hablar del presupuesto: 31.353.864,99 euros, del orden de 1.000 millones de pesetas por kilómetro, y eso que estamos en crisis. Así como el aprovechamiento de la carretera actual en un 35% de la longitud total, seguimos quedándonos sin suelo.

Sr. diputado, el pueblo de Saratxo (y somos solidarios con Orduña: sí queremos una carretera mejor) no queremos este proyecto, tiene que haber soluciones sin contemplar un futuro desdoblamiento y que Saratxo no tenga que ser los paganos de una mala planificación de polígonos industriales que por otra parte son necesarios.

Sé que están intentando firmar las expropiaciones cuanto antes, para hacernos ver que la gente ya está de acuerdo en este proyecto. No, Sr. diputado, la gente tiene miedo a decir que no y a salir después peor parada, ya sabe, mejor a buenas y por desgracia de eso se valen ustedes.

Sr. diputado, apelo, como en mi primera carta, a la responsabilidad de todo el Consejo de Diputados para que Álava siga teniendo hectáreas productivas y no llenas de asfalto, hormigón y árboles ornamentales en esas fabulosas rotondas proyectadas.