Ya sé que nunca llueve a gusto de todos, pero creo que todo se puede arreglar. Les cuento mi caso. En mi ambulatorio van a poner más médicos de familia. Hasta ahí nada que objetar y mucho que aplaudir. Lo que ocurre es que en el caso que les cuento, el mío, los criterios para seleccionar los que se quedan con el de siempre no me han podido ir peor. No voy a contar mi vida, sino mi caso, porque mi vida se la llevo contando 20 años al mismo señor, y a pesar de lo complicada que es, creo que me había llegado a conocer y a tratar desde sus conocimientos como médico y desde su experiencia acumulada en la relación médico paciente. Pero parece que los años de antigüedad en esta relación no son el criterio principal. Puede que solo yo me encuentre tan preocupada por el cambio. Por eso no pido que cambien los criterios, sino que se atiendan los casos como el mío. Si son pocos el problema es pequeño y fácil de arreglar. Si son muchos entonces parece que está claro que los criterios se pueden mejorar. Mi marido y yo hemos remitido un escrito al director provincial de Osakidetza, y no dudo que lo atenderá, porque yo comprendo lo difícil que es acertar? a la primera.
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