Se llamaba Óscar, tenía dos años más que yo, era alegre, muy simpático, gracioso, luchador, valiente, entrañable, cariñoso…. Tenía muchas virtudes, pero era muy modesto, él sólo luchaba por cambiar sus defectos.

Dedicó su vida a intentar ayudar, a decir las verdades muy claras, aunque sin gritar. Amaba a su familia, a sus amigos, su libertad, su profesión; era periodista, un gran periodista, genuino, auténtico, con valor para llamar a las cosas por su nombre, lo que le costó mas de un disgusto a nivel laboral...

Le encantaba la música -hizo sus pinitos a la batería en sus años mozos-, bailar salsa -era un seductor en la pista-, el campo -pensaba poner un huertito en su casa y cuidarlo-, los animales, los niños -adoraba jugar con sus sobrinos-, el deporte -obtuvo alguna medalla en lanzamiento de jabalina-, leer, devoraba libros, revistas, periódicos.

En calidad de periodista, siempre estaba al día de las noticias, el teletexto (menudo invento, decía) solía verlo por la noche, con un gran vaso de Cola Cao lleno hasta el borde, y un paquete de galletas.

En su última etapa se dedicó de lleno a la lucha activa contra la violencia de género en Bilbao, donde vivía. Gracias a él, muchas mujeres se sentirán mas apoyadas.

Óscar me enseñó que lo importante era lo que yo quisiera. En una ocasión en la que mi vida entró en crisis, me dijo: "Si te pone, no lo dudes, hazlo". Me enseñó que no importaba lo que la gente pensara, las críticas, me lo enseñó todo, con su silencio. En silencio también, me mostró cuánto le gustaban las reuniones familiares, me ofreció su casa en el campo aunque le faltaban comodidades. Me enseñó muchas cosas, sin decir nada, sin hacer ruido, como era él. Lo que no sabía era que a cada persona que trató, ayudó, acompañó, dejó marcada por su forma de ser, entrañable, te inspiraba ternura y unas ganas terribles de abrazarlo, lástima que no lo hice más veces.

Lo que no me enseñó fue a adivinar el camino que estaba decidido a emprender solo, en silencio también, y yo nunca supe enseñarle a él que me sentía orgullosa de ser su hermana, cuánto necesitaba tenerle cerca y cuánto le quería. El jueves le vi. Dormía.

Óscar se ha ido, era mi hermano.