cuando la Diputación, a través de su teniente de diputado general Claudio Rodríguez, anunció a primeros de mes que se estaba trabajando desde la discreción en la salvación del Alavés y que había motivos razonados para mostrarse optimistas, todos los seguidores albiazules y también los periodistas entendimos que la situación se encauzaba y que únicamente faltaban por limar detalles para conocer a los nuevos inversores que se iban a hacer cargo de El Glorioso y de su viabilidad. Sin embargo, pasan los días y se acercan nuevos plazos urgentes de resolver -como las vistas fijadas en el Juzgado para el día 15 por parte de los exjugadores pendientes de cobro- y aquí no se mueve nada, al menos aparentemente. "Es cosa de la directiva actual", replicó Rodríguez. La comparecencia pública habitual de los martes por parte de la Diputación se suspendió en el ultimo momento "por falta de temas interesantes", según rezaba la explicación foral. Curioso... y preocupante. Del optimismo de principios de mes se ha pasado al mutismo absoluto con el transcurrir de los días. Los rumores corren por la ciudad, pero ninguno tiene visos de ser real o de poder constituirse en algo concreto y tangible. Da la impresión de que la vía en la que confiaba el principal acreedor del club a finales de enero se ha desconectado o, al menos, se ha complicado sobremanera. Mientras tanto, el equipo se afianza en el liderato y Ruiz de Gauna trata de negociar con los acreedores para evitar juicios. Él tampoco pone el dinero... Cada vez más dudas y cada vez menos tiempo.