El proyecto de construcción de un gran auditorio o también llamado BAI Center para la ciudad de Vitoria en plena crisis económica no parece ser una buena iniciativa. 180 millones de euros es el cálculo del coste de la infraestructura y no cabe duda de que es una cantidad demasiado importante como para que sea asumida en su mayor parte por la capital alavesa. El gobierno de esta ciudad ha comenzado la casa por el tejado. Un gabinete serio que vela por los intereses ciudadanos no puede ni debe embarcar a la ciudadanía en un viaje sin presentar una hoja de ruta viable.
Unos dirigentes políticos conscientes de la difícil situación por la que la sociedad está atravesando han de demostrar que el centro de sus prioridades son los ciudadanos. Es el momento de la solidaridad institucional. Es el momento de la austeridad. Es el momento de gestionar los recursos atendiendo a las verdaderas demandas de la sociedad. Es el momento de proteger al sector poblacional más vulnerable. No es momento para la deuda ni para el despilfarro. Cuando los desahucios se suceden, las ejecuciones de hipotecas se hacen habituales o los ERE se suceden de manera constante sería de toda lógica que la institución más cercana, el Ayuntamiento, se centrara en paliar la dura realidad por la que atraviesan las personas.