no es una canción africana al estilo del waka-waka, aunque también aspira a excitar los sentidos, como la versión de Shakira. Bunga-Bunga presidente es el título de la nueva película porno que el actor Rokko protagoniza para que el mundo pueda disfrutar de las andanzas eróticas con menores de edad y otras mujeres del aún presidente Silvio Berlusconi. Coña no les falta a los italianos, desde luego. Por más que escucho tertulias radiofónicas y leo artículos sobre Il Cavaliere no consigo entender las razones para que un personaje como éste siga ostentando el poder en una república a priori perteneciente al primer mundo, o sea, repleta de gente que piensa por sí misma y que no se dejaría manipular por un tipo tan peculiar por muy propietario de medios de comunicación que sea. Supongo que, en el fondo, Berlusconi hace gracia a sus paisanos porque es rico, mayorcete (74 años se gasta ya), triunfador y, como tal, dice lo que le viene en gana cuando le viene en gana, sea oportuno o -muchas veces- inoportuno. "Mejor fijarse en las jovencitas que ser gay", dijo hace poco en un acto público entre las risas de los que le escuchaban. Y se quedó tan pancho. Igual hasta ganó popularidad con ello. Es un tipo de personaje que me recuerda a Piterman. También muchos creyeron por aquí en él porque era fanfarrón, atrevido -se desnudó en Interviú- presuntamente rico y nos subió a Primera División... hasta que nos dimos cuenta de cuánto se reía de nosotros mientras nos robaba el patrimonio albiazul. ¿Qué, hacemos otra porno? Entre resurge y potente ya nos saldría algún título ingenioso ¿no?
