El Gobierno no quiere subir impuestos a grandes fortunas y rentas de capital; tampoco perseguir el fraude fiscal y en pensiones vitalicias, ni ponerse a dieta con su administración, ni ayunar de hormigón.
Para conseguir su ajuste presupuestario echa mano de los más desfavorecidos y los que sostienen ese pesado tablado institucional; resulta infame. Medidas coyunturales a las que los sindicatos sólo hacen ruido intermitente, cuando ante esa falta de convergencia con la UE-15 en materias de verdadero calado socioeconómico hace años debía ser un trueno incesante.
Un Salario Mínimo Interprofesional como el nuestro les permite mantener bajos los techos de prestaciones y bienestar social. Este déficit estructural imposibilita conciliar vida laboral y familiar, agravado por la nula ayuda a estas. Le sigue el problema de acceso a vivienda de alquiler social, máxime teniendo cuatro millones de pisos vacíos. No es justo tener un SMI mitad que Francia (de 1.360 euros al mes) y de otros cinco países de menor PIB; máxime cuando pagamos más impuestos (medido en esfuerzo de trabajo), más caro los servicios públicos y muchos productos básicos de primera necesidad: vivienda, guarderías, Internet, alimentación, teléfono, consultas privadas, gastos bancarios e hipotecarios... (cuanto mas altos, mas ingreso en IVA). Estas carencias democráticas en lo económico han forzado al Consejo de Europa a denunciar como "manifiestamente injusto" y "muy bajo" el SMI español, reiterando que es uno de los siete incumplimientos del Estado español en esta materia.
Olvidan que la paz deviene de hacer justicia y no tanto de hacer cumplir la ley, y que el rasgo que mejor define la justicia es la igualdad democrática, pero a pesar que saben que la económica es la más importante, anteponen la bolsa de la opulencia a la dignidad en la existencia. Con dos promesas se aupó Zapatero al poder: "Antes de terminar mi legislatura el SMI estará a 800 euros/mes" (en el último año ha pasado de 632 a 640 euros) y "Antes de 2013, España estará a la cabeza del mundo en alta velocidad por delante de Francia y Japón". La segunda ya casi es realidad.... a costa de la primera; una sin la otra no sería posible, como tampoco el que las élites sean cada vez mas élite, a costa de que cada vez haya mas desposeídos.