el pasado 18 de diciembre tuve el placer de asistir a la Gala Internacional de Gimnasia que la Federación de la misma realiza cada año lamentablemente en Mendizorrotza, y digo lamentablemente no por la gimnasia ni los gimnastas, que dieron un espectáculo extraordinario, sino porque a pesar de las leyes de Igualdad vigentes y derechos que supuestamente nos protegen, las personas con discapacidad o diversidad funcional seguimos siendo gravemente discriminadas en cada evento que se desarrolla en este lugar. En el polideportivo de Mendizorrotza se desarrollan conciertos, actividades culturales y obviamente, actividades deportivas. Con una capacidad para 4.000 personas -aforo que además no cuenta con espacios reservados para personas con movilidad reducida- para que una espectadora o espectador con diversidad funcional pueda acceder sólo existe una plataforma elevadora. Una plataforma obsoleta que no puede con muchas de las ayudas técnicas existentes hoy en día y que no garantiza la autonomía al acceder al recinto, y por lo tanto veta nuestro acceso.
He de admitir que en esta ocasión pude acceder... bueno, pudimos, porque no era yo la única persona en el recinto con movilidad reducida. Había numerosos niños y niñas en cochecitos, personas de avanzada edad y personas con diversidad funcional. Pero una vez dentro casi no salgo, o no salimos. La plataforma, la única e inigualable, se había atascado o estropeado, o quizá el responsable de ella no sabía cómo funcionaba. Dado que quería volver a mi casa y que el responsable no me daba absolutamente ninguna solución, tuve que bajar con ayuda de mi familia y negativas consecuencias para mi salud.
Y me pregunto si la Federación responsable del evento, el Ayuntamiento, la Diputación y Caja Vital patrocinadores del acto, y de nuevo el Consistorio, responsable de las instalaciones, nos van a llevar la cena y un saco de dormir la próxima vez que organicen esta gala, el PIN navideño, los conciertos del Jazz o demás eventos. Y como parece que no se les pasa por la cabeza a los responsables el hecho de poner ascensores o rampas que garanticen el acceso a todas y a todos, me pregunto también si no han pensado en quitar la plataforma y las escaleras y poner una pared tipo rocódromo, y así exista una igualdad de acceso real para todos/as, y probablemente así tú me entenderías cuando te diga ponte en mi lugar.
Silvia Apodaka Arrizabalaga
Presidenta de Eginaren Eginez, asociación de personas con discapacidad física de Álava / "www.ponteenmilugar.eu"