¿Disciplina de los mercados o disciplina militar? ¿Ley igual para todos o hacemos distingos en función de intereses? ¿Democracia civil o dictadura militar? Respondamos como respondamos, siempre los perdedores somos la gran masa de ciudadanos que asistimos impávidos a la pérdida de los logros sociales conseguidos: derecho al trabajo y a la dignidad en él, a la discusión razonada, a la huelga, a la transparencia e incorruptibilidad de nuestros dirigentes? La esclavitud avanza a toque de cornetín.

Ahora se pretende aplicar a los controladores el sistema rápido de laudo arbitral porque interesa darle celeridad al asunto y la justicia civil lo estancaría durante un lustro. ¿Quizá los demás ciudadanos no tenemos derecho a una justicia rápida y eficaz? ¿Acaso no es la proverbial lentitud de nuestros tribunales todo un atentado a la propia justicia? ¿La existencia misma de una Audiencia Nacional a la que acuden los peces gordos y donde se despachan los asuntos políticamente vidriosos bajo los oscuros y huracanados vientos de presiones y corrupciones, no es acaso toda una discriminación?

¿Hasta cuándo soportaremos los ciudadanos del mundo este sistema discriminatorio, injusto e irracional por insostenible y guerrero llamado capitalismo? ¿Hasta cuándo seguiremos haciendo guerras lejanas para robar sus recursos naturales a los indefensos o decretos militarizantes para los cercanos? ¿Hasta cuándo primará la razón de la fuerza sobre la fuerza de la razón? ¿Llegará a triunfar la inteligencia?