Quisiera alertar y quejarme de esas personas que fuman en las ventanas o balcones de sus casas -me parece muy bien que lo hagan, nada que objetar- y que, después, lanzan la colilla de sus cigarros a la calle. Eso ya no me parece tan bien.

Aunque me imagino que serán prudentes y comprobarán que no pase ninguna persona por debajo justo en ese momento, más de una vez, me he encontrado colillas en diversas partes de mi coche; las últimas, una en el techo y la otra a la altura del parabrisas, en un lugar al que me fue muy difícil acceder para quitarla, con el riesgo que ello conlleva.

Si quieren fumar en las ventanas o balcones, que lo hagan, pero que luego apaguen sus cigarros en los ceniceros, que para eso están.