Nos dice don Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, en una entrevista en este diario que Euskadi nunca jugará un Mundial. Afirmación tan categórica me recuerda la que pronunciara en su momento Fraga, fundador del PP y ministro en la dictadura que nos decía que la calle era suya y que "para que ondease la ikurriña, tendrá que pasar por encima de mi cadáver". Oyendo estas afirmaciones, y manteniendo la firmeza y el tesón en nuestras reivindicaciones, con el concurso de todos los vascos, pronto veremos a nuestras selecciones compitiendo por Europa y por el mundo.