EiTB fue aupada y logró sus mayores cotas de audiencia con esa mayoría social excluída. ¿Qué hacían en aquellos tiempos socialistas y populares? Veían y zapeaban entre TVE-1, Antena3 y Tele5 -y en algunos casos La Sexta o Cuatro- y escuchaban la Ser e Intereconomía. Hoy siguen adscritos a dichos canales y emisoras, mientras en EITB se les ha ocurrido la ingeniosa idea de insertar entre sus programas supuestos mensajes de gente de izquierdas o nacionalistas cogidos al azar, queriéndonos hacer creer que aún escuchan Radio Euskadi y ven ETB. Pero si esto fuese así, los ránkings de audiencia no hubieran descendido tan vertiginosamente.
Conviene recordar que lo que están haciendo no es ni más ni menos que llevar al ostracismo a los y las periodistas independientes que pueblan sus redacciones, perder la audiencia que muy poco les importa y marginar unos medios de comunicación públicos que han sido ejemplo de muchas cadenas y emisoras.
Les da lo mismo lo que suceda con EiTB, pues ya tienen sus canales y emisoras estatales seleccionados para su información, ocio y divertimento. Lo penoso es que conviene recordar y no olvidar que estuvimos en primera línea de información y comunicación y a ella deberemos regresar para enderezar los entuertos que nos han dejado en estos medios de comunicación.
Han conseguido hasta hacer desaparecer de las emisiones diarias de Antxo Urrusolo, que ya es decir, con la libertad de expresión y cambio que tanto parangonaban.