A los políticos del Estado y de Euskal Herria: siempre que se inicia una obra, se pone la primera piedra o ¿es que ustedes no lo hacen así? Si leyeran como yo lo he hecho, comprenderían que el comunicado de ETA hace eso, pero todos los partidos políticos y estatales, así como la mayoría de los vascos, no quieren interpretarlo para nada más que parezca que eso no es nada; sin embargo, los expertos internacionales sí lo interpretan bien porque no son parte interesada.
A algunos políticos no les interesa que ETA ponga la primera piedra, quieren el edificio completo, pero ellos saben que eso no puede ser nunca y así es como pasó en Irlanda. A muchos no les interesa, porque se les acabaría el negocio político, a unos, y el económico, a otros: lo político, porque con la posibilidad de que la izquierda abertzale acuda a los comicios algunos no gobernarían nunca en Euskal Herria pues en cuanto funcione el frente soberanista será mayoría en Euskal Herria; lo económico, porque a muchos se les terminaría el chollo de los fondos reservados, se les terminaría el negocio de los escoltas, se les terminaría el negocio de los coches de alquiler.
Una vez explicado esto, los ciudadanos comprenderán todas las trabas que se ponen a que ETA deje de matar y eso parece poca cosa. Me pregunto a quién le interesa que ETA mate. Cuando ETA insta a los ciudadanos vascos a luchar, cada uno en su ámbito, yo interpreto que eso se está haciendo, pues los partidos políticos ya lo están haciendo. Unos por el poder, otros por el euskera, otros por los trabajadores, otros por la solidaridad y otros por la independencia de Euskal Herria.
Sobre el comunicado leo en la prensa lo que dice el presidente de AVT, Ángel Pedraza, sobre cómo se puede hablar de democracia con los asesinos. ¿Cómo se habló con los nazis alemanes, con los fascistas de la dictadura, con Israel?
Gracias a esa primera piedra, si el Estado da la talla, si los partidos políticos dan la talla, si los jueces y la Fiscalía dan la talla, si los que se dicen demócratas saben leer, estamos ante un gran proceso de paz, de libertad y de democracia, para el Estado y para Euskal Herria.