JESÚS Pérez de Viñaspre recuerda en la carta enviada a DNA el pasado día 16 el tema en su día candente de la incorporación de Trebiño a Álava. Esta cuestión ahora no está de actualidad. Es como el Guadiana, aparece y desaparece. Conviene recordar que la anexión de Trebiño era ya importante en el año 1941, en plena postguerra de la España triunfadora franquista. Los burgaleses entonces tampoco lo admitían. Así, recopilamos del Diario de Burgos, 17 de enero de 1941, el siguiente articulo: Protesta por el intento de Álava de segregar el Condado de Treviño:

"La presidencia de la Diputación ha tenido noticia que la comisión gestora de la Diputación de Álava, en sesión celebrada el día 14 del corriente, aprobó un informe sobre la segregación de la provincia de Burgos de los municipios del condado de Treviño y La Puebla de Arganzón y su agregación a la de Álava. El deseo de quienes persiguiendo ventajas económicas tratan de abandonar a Burgos, al que estuvieron siempre vinculados, y la protección que la Corporación alavesa les dispensa para llevar a cabo la desmembración del territorio burgalés en el momento en que el mayor timbre de gloria de quienes lo ocupan procede precisamente de ser hijos de Burgos, ha dado lugar a esta presidencia se haya enviado a la Diputación de Álava un telegrama expresando la más enérgica protesta."

Mi conclusión: es casi imposible la anexión aunque la pidan los constitucionalistas, los nacionalistas, el pueblo del condado o toda Álava.

José Luis Latasa Loizaga