Definitivamente le ha llegado el momento a la clase media. Esa en la que hace ya décadas, con la aparición de los préstamos que tan gentilmente nos concedía la banca, nos hemos convertido la gran mayoría de los trabajadores, da igual por cuenta de quién sea. Prácticamente ya no existe la clase obrera, aquella que peleaba, se manifestaba, y ponía en jaque a la parte empresarial. Gracias a los mini préstamos a bajo coste, ha sido absorbida por la media, y se ha integrado perfectamente a golpe de letras, y empujones de ofertas bancarias, a cambio tan sólo de su sangre, sudor y lágrimas, hasta el fin de sus días. Ya no hay quien proteste, ¿para qué?, si todos podemos tener lo mismo, unos de forma real y otros engañados, por el espejismo de un sueño.

Pues bien, querida clase media, ha llegado el momento de despertar y tomar conciencia. Los que tienen dinero, nos dicen que no lo tienen amparándose en la bendita crisis económica que hemos provocado entre todos, por prestar siete veces el mismo euro. Creíamos que había siete, pero en realidad era sólo uno prestado a siete individuos medios diferentes. Esta es la situación, el grupo que llamaremos del capital, ya no nos lo presta, los que aún están peor que nosotros, se aferran a subvenciones, subsidios, prestaciones, ayudas sociales, que son posibles gracias a las recaudaciones obtenidas con los impuestos, tasas, peajes... (mejor no entrar en detalles).

Este grupo crece día a día, debido a la situación que todos ¿conocemos? Y a falta de aportación del capital (que como nos han explicado "ya no hay liquidez"... ¡pobres!), y de forma mas absoluta de ideas, cogemos todos la calle de en medio, y subimos los impuesto, tasas, peajes... así reviente la clase media. Por lo tanto estamos siendo achuchados por los que están debajo, que se aferran a nosotros como al clavo ardiendo, y los de arriba nos han colocado una losa infranqueable con su "no hay dinero, si no traes dinero".

De repente desaparece el espejismo, y despertamos bruscamente del sueño, metiéndonos de golpe en la pesadilla. Creo que llegados a este punto, no hay otro remedio... "si hay que reventar, reventemos".