Hace unos días se publicó en la prensa que Rafael García, el Rafita, asesino de Sandra Palo, había vuelto a ser detenido por enésima vez por robar una furgoneta. Lo de este individuo no tiene nombre, pero es porque las leyes que tenemos lo consienten. En este país siempre eres presunto, menos cuando se te aplica una sanción administrativa que reporta ingresos a la Administración. Si robas por debajo de los 300 euros, no es robo. Ahora, si no puedes pagar la cuota de autónomos de 250 euros, te pueden embargar la cuenta. Si matas o violas estando borracho o drogado, es un atenuante, pero, por el contrario, si te tomas una cerveza de más, vas en tu coche con precaución y te pillan, sin haber causado el mínimo percance a nadie, te arruinas la vida.

Me pregunto qué sería de este señor si en vez de ser la víctima hija de unos trabajadores normales y corrientes fuese la hija de un político o de alguien con renombre... ¿Cambiaría la ley?