un año y medio después de que el Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra iniciasen el diálogo para garantizar la captación de los canales de ETB en TDT y ocho meses después de que el apagón analógico se completara en la comunidad foral, el actual director general de EITB, el periodista Alberto Surio, reiteró ayer que es inviable que la cadena pública asuma el coste íntegro de incluir ambas emisiones en la parrilla digital -que acoge ya más de 30 canales, muchos de ellos con una programación ínfima de calidad y gusto-, alrededor de un millón de euros al año. Las conversaciones entre ambos gobiernos recibieron un impulso importante el pasado verano, con Patxi López ya de lehendakari, pero la excusa de los costes económicos sirve ahora para amparar la actitud de veto que siempre ha mostrado UPN hacia este medio -la captación de su señal fue una iniciativa social y ciudadana en los años 80 y su normalización no llegó hasta 1996 por un acuerdo del Parlamento de Navarra que no apoyó UPN-, a la que se suma el desinterés del Gobierno de López, presionado por el PP de Basagoiti, por facilitar un acuerdo que permita captar esas emisiones mientras ultima un acuerdo con Telefónica para llevar la señal a California, Nevada o Idaho. Es cierto que tanto ETB-1 como ETB-2 aún pueden verse en Navarra en analógico, pero es evidente que esa situación de provisionalidad afecta a su cobertura y dificulta el acceso de los ciudadanos a su oferta televisiva. Si finalmente no se remedia, la audiencia navarra quedará abandonada ante la actitud resignada de la dirección televisiva, que no ha dado muestras de excesiva preocupación. Lo que ocurre con ETB y Navarra es otro ejemplo de la imposición de la visión más reduccionista y partidista que UPN tiene de los intereses generales de los ciudadanos que, como muestran las encuestas de audiencia, entienden está televisión como parte de los usos culturales y de ocio al margen de ideologías y de sentimientos identitarios. De otra parte, en la captación normalizada de ETB está en juego no sólo el derecho de los televidentes a que no se les prive de una programación próxima, sino su libertad de elección, el respeto a la diversidad de la oferta como plasmación de la pluralidad de la sociedad navarra, y la utilización de los recursos públicos de todos los navarros en función de los intereses generales y no de los intereses particulares o políticos de UPN.
- Multimedia
- Servicios
- Participación