(...) Este año se celebra el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, poeta y escritor de la Guerra Civil. Quizá muchos no conozcan su figura e imagen, que ha sido conducida al ostracismo y al olvido. A pesar de ello, debemos recordarlo y conocerlo. Escribió numerosas poesías, muy bellas, bien compuestas. Algunas de ellas siguen llegando a nuestros oídos a modo de canción. Este poeta, nacido en un pueblo humilde de campesinos, de trabajadores, a pesar de su pobreza y condiciones adversas, consiguió escribir versos conmovedores y rodearse de grandes literatos. Además, no sólo es conocido por lo que escribió, por sus obras, sino también por su participación en la guerra. Convencido comunista, decidió un fusil e ir a las trincheras a defender la República, la democracia y sus ideales. No huyó al exilio como otros, sino que prefirió quedarse y luchar. Por ello encontró la muerte, con dignidad pero humillado y maltratado en una cárcel rodeado de excrementos.

Para algunos no vale nada un mártir muerto. En cambio para mí demuestra coraje, valor, compromiso. Miguel Hernández murió por defender lo que creía, murió en su tierra, no en el lejano exilio esperando tristemente la libertad de su pueblo. Nosotros mantendremos viva su memoria gracia a sus versos.

(...) Este año se celebra el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, poeta y escritor de la Guerra Civil. Quizá muchos no conozcan su figura e imagen, que ha sido conducida al ostracismo y al olvido. A pesar de ello, debemos recordarlo y conocerlo. Escribió numerosas poesías, muy bellas, bien compuestas. Algunas de ellas siguen llegando a nuestros oídos a modo de canción. Este poeta, nacido en un pueblo humilde de campesinos, de trabajadores, a pesar de su pobreza y condiciones adversas, consiguió escribir versos conmovedores y rodearse de grandes literatos. Además, no sólo es conocido por lo que escribió, por sus obras, sino también por su participación en la guerra. Convencido comunista, decidió un fusil e ir a las trincheras a defender la República, la democracia y sus ideales. No huyó al exilio como otros, sino que prefirió quedarse y luchar. Por ello encontró la muerte, con dignidad pero humillado y maltratado en una cárcel rodeado de excrementos.

En un contexto asfixiante de nacionalismo impositivo español, nos resulta absolutamente repugnante a muchos vascos su draconiana tarea de asimilación española con respecto al Pueblo Vasco. Esto, antes, se hacía con las armas; hoy, ustedes lo hacen con los medios de comunicación, una legislación adulterada, la amenaza y la desvergüenza chulesca de imputar a los que les precedieron de xenófobos, fanáticos e insensibles con el terrorismo.

No les voy a volver a repetir, los pasos celosamente calculados y llevados a la práctica respecto al desmantelamiento de las señas de identidad de nuestro pueblo. Pero una vez más no se confundan, la mayoría social y política de este país no los acepta y ello está provocando una bolsa de indignación de efectos muy peligrosos para la convivencia. Les podía añadir muchas cosas, pero para terminar solo una. A pesar de la pelotilla que han intentado hacer a la diáspora vasca, los vascos de ultramar aman y sienten su tierra, su origen y su cultura mucho más que lo que ustedes les representan.