(En respuesta a la carta publicada el pasado día 7, titulada El Alavés y los alaveses)
Estimado Pedro Mª:
Nunca he tenido por costumbre responder a este tipo de cartas, pero puesto que ha aludido a aspectos personales referentes a mi credibilidad, creo oportuno aclararle algunas cosas, sin ánimo de ofender ni a Ud. ni a su pasión por el Glorioso, pero sí indicándole que tal vez su amor a los colores le está haciendo perder la objetividad de la situación.
En primer lugar, ni soy, ni me considero un político fracasado. Gracias a Dios hace mucho que tengo con qué ganarme el pan y a tiempo decidí, motu proprio, abandonar una actividad, que no una profesión, que hoy como todo el mundo conoce no pasa por sus mejores momentos de prestigio social. En segundo lugar, mi supuesto "puesto" en Caja Vital lo gané por oposición, repito por oposición, hace más de quince años, no teniendo entonces ningún puesto de representación política. Lo aclaro para su tranquilidad, puesto que no todo el mundo puede decir lo mismo, y tercero y último, si Ud. cuenta con algún certificado, oficial por favor, en el que se aclare quién o quiénes son los accionistas del Alavés, a cuánto asciende el capital social, dónde y de qué forma estos empresarios a los que Ud. alude han puesto ese millón de euros, y dónde está la llave de la caja fuerte donde se guarda el dinero, le ruego que para tranquilidad mía, de las Instituciones y de cientos de alavesistas, nos lo haga saber; si no, le sugiero que siga defendiendo al Alavés hasta la muerte, pero no nos implique a los que sólo queremos que no lo asesinen cuatro caraduras.