No podríamos suponer que la erupción de un volcán pudiese resultar tan desorganizadora para nuestras actividades diarias (volar). Las islas volcánicas suelen ser paradisíacas, Hawai, Tenerife, Islandia, Lanzarote, y un sinfín de originarios volcánicos que antes se limitaban a hacer peligrar la vida de los habitantes indígenas y mantenían una distancia prudencial con la sociedad y hoy, gracias a la utilización global del planeta, nos encontramos con la anulación de los vuelos de media Europa. Nos hemos creado unas necesidades que a mí sinceramente me dejan estupefacto (vacaciones).
Una nube de cenizas y gases impiden el funcionamiento de los motores de avión y con ello los vuelos regulares, creando un caos similar a una huelga de controladores.
¿Qué pasó cuando en Chernobyl los bomberos se enfrentaban a mediciones de 40.000 roentgen/hora (lo normal son 20) en el tejado de la central? ¿otro volcán imposible de parar y que lo creamos nosotros? ¿vamos a ser conscientes de la indefensión humana? Sólo nos preocupan las cancelaciones de vuelos.