La madre naturaleza está hablando y nos está diciendo que ya se ha cansado. Se ha cansado de tanto daño, de tanto túnel vaciando sus entrañas. De tantos vertidos que contaminan sus aguas y de la pesca indiscriminada. De los humos y gases, que hacen toser a las nubes. De las torres cableadas, que decoran hoy sus paisajes. Sus quejas vienen por todos los lados, por tierra, mar y aire. Ha llegado la hora de su respuesta, ¡tantos años lleva callando! Y lo hace con contundencia, pero nosotros nos lo hemos buscado.

Tal vez era necesario tanto destrozo, no soy de las que se rasgan las vestiduras y hablan cuando el toro ya ha pasado, sólo constato un hecho. Tal vez haya una forma de pedirle perdón por tanto descalabro, ella es generosa ya que nos lo dio todo. Tal vez en su corazón no haya sitio para el rencor y el odio. Yo voy a empezar hoy, si tú quieres, puedes unirte y hacerlo también, tal vez aún lleguemos a tiempo.

"Querida madre naturaleza, perdona la mutilación y los agravios. Comprende en tu majestuosa grandeza, que sólo somos seres humanos, que como somos muchos, nos creemos algo, pero en el fondo no merecemos ni la enorme dicha que supone el sentarnos una tarde en tu regazo, y mirar al sol cuando se esconde, oyendo el agua pasar al trote".