Dentro de las tres causas abiertas contra Garzón, la que hace referencia al caso Santander es la más sencilla, la menos politizada de todas. Es tan simple como que el juez recibe de la entidad presidida por Botín más de 300.000 dólares para organizar un curso y, posteriormente, en el caso de las cesiones de crédito contra el mismo banco, cierra el caso sin juzgarlo. Aquí no hay extrema derecha, ni guerracivilismo que valga. Aquí hay un juez que recibe dinero de uno de los hombres más ricos y poderosos y que, posteriormente, archiva un caso en que el exitoso banquero estaba imputado. El compadreo de quienes se creen por encima de lo divino y lo humano.
- Multimedia
- Servicios
- Participación