Yo también quiero alzar mi voz en contra de la línea de muy alta tensión de 400 kV que pretenden pasar por nuestros pueblos y montes. Pretendo enviar un S.O.S. en un desesperado intento de pedir la ayuda de todos vosotros (los directamente afectados y los que piensen que este problema les queda lejos).

Vivo con mi marido y mis tres hijos (de 8, 6 y 2 años) en Eguileta. Nos mudamos hace 8 años cuando me quedé embarazada del mayor. Vivíamos en un piso en Vitoria pero decidimos "echarnos la manta a la cabeza" y comprar una casa en un pueblo donde criar a nuestros hijos. Fue una de las decisiones más acertadas que he tomado en mi vida, o eso creía hasta que nos enteramos de que esta línea de muy alta tensión pasaría a menos de 200 metros de nuestro pueblo. Tengo amigas en Vitoria, de mi cuadrilla de toda la vida, que no cambiarían su vida en la ciudad por mi vida en el pueblo. Yo soy feliz aquí, en Eguileta y mis hijos ni te cuento. Me encanta cuando les veo marchar a todos en cuadrilla con las bicis "a investigar" como dicen ellos; o cuando se pasan días enteros haciendo casetas; o cuando te dicen emocionados que tienen que ir a donde "la Esti" pues tiene nuevos pollitos; o cuando nos vamos en familia por el precioso y verde "antiguo Vasco-Navarro", habilitado en la actualidad como carril de bicis, en peligro también ahora por este tema.

Eguileta, así como otros pueblos alaveses, en los últimos años ha ido creciendo con la llegada de familias jóvenes como la mía, con las mismas ilusiones y anhelos. Nuestros hijos han nacido y están creciendo plenamente integrados en estos entornos rurales, dando así vida a muchos pueblos que se estaban quedando casi vacíos.

Todos hemos oído hablar de los daños para la salud que la alta tensión puede ocasionar y que los más vulnerables son los niños (sólo en Eguileta viven unos 35 niños de entre 0 y 12 años, hace sólo 1 mes nació la última niña). Si esto llegara a producirse ¿Cómo vamos a poder vivir aquí con nuestros hijos con la espada de Damocles acechándonos mientras respiramos, comemos, jugamos, dormimos...?

Yo me pregunto: ¿cómo explico a mis hijos, al igual que el resto de padres, la repercusión que esto puede tener en sus vidas, al tener que plantearnos el abandonar nuestro hogar, por el temor que nos producen las posibles consecuencias para nuestra salud, en base a los numerosos estudios que así lo aseguran?.

¿Por qué no se construye por el corredor de la N-1, como sería lo más lógico y se hace por una zona de tanto valor ecológico como es la Montaña Alavesa? ¿Qué intereses se esconden detrás de todo esto?

En contra de este proyecto, se ha organizado una manifestación en Vitoria para este domingo 18 de abril, en el Artium a las 12.30h. No Faltaré, lo mismo que mi marido y mis 3 hijos. Espero que todo el que esté leyendo estás líneas haga un hueco en su agenda de este domingo y nos acompañe, porque éste es un tema que nos atañe a todos.

Ana Belén Hernández