Lo que nos faltaba por oír. Está claro que vivimos en una sociedad corrupta, y que como se suele decir, el que no corre vuela. Ahora resulta que una persona que se supone se encarga de impartir justicia, va a sentarse en el banquillo de los acusados acusado de un delito de prevaricación por algún tema relacionado con las desapariciones durante el franquismo. ¡Ver para creer!