Dice el diccionario: Ideal, lo que sólo existe en el pensamiento. Quien acoge en su pensamiento un ideal que acepta la maldad, el atropello o una injusticia que nunca desea para él o los suyos, es una persona inmoral. Aquéllos que, en aras de su ideal, no condenan la violencia y la muerte violenta, son unos sucios y malditos egoístas que buscan el mal ajeno para satisfacer lo que sólo existe en su pensamiento. Ésos, al igual que Guzmán el bueno, ¿serán tan fieles a sus ideales que arrojarán su puñal al enemigo para que se cobre la vida de sus propios hijos? ¿O tiene la balanza de la justicia trucada de forma que la vida de sus oponentes no vale nada, mientras que la suya es sagrada? Un partido político que acepte el asesinato como argumento político no debe existir en democracia y nos retrotrae a la ley de la selva.