Si no lo han hecho, aprovechen estos días de relajo festivo -si los tienen- para pasar un buen rato leyendo las 140 páginas del auto que ha dictado el juez contra Jaume Matas, por que el que ordena su prisión eludible bajo fianza de tres millones de euros. Esto es lo de menos. Lo bueno viene en las apreciaciones que hace el juez a lo largo de la resolución, demostrando una retranca y un mosqueo supinos. Ejemplo: "Cuando se le pregunta si asistió a la boda del hijo de uno de ellos, [Matas] le resta importancia para decir que al cabo del año va a muchísimas bodas por razón de su cargo, quizá sea por ello que le queda poco tiempo para controlar el gasto público". Ahí va otro, sobre la petición de trabajo a un ex vocal del Consejo General del Poder Judicial: "Matas matiza, corrigiendo a este proveyente sobre el correcto uso del castellano, que no fue a verle para pedirle trabajo sino para ofrecerle sus servicios que, al parecer, no debe ser lo mismo. Es claro que Matas ha venido a burlarse de los simples mortales". Por cierto, ¿dónde está Mariano Rajoy en todo esto? Por si no se acuerdan, que puede ser dadas las circunstancias, es el presidente del partido del que el lunes se dio de baja temporalmente el señor Matas. Sí hombre, sí, aquél que se cansó de repetir en campaña electoral cosas como "son las 13 horas y 20 minutos del domingo 22 de febrero del año 2009 y, por sorprendente que pueda parecer, el señor Bermejo todavía no ha sido cesado". Debe de ser que cazar sin licencia es más grave que el supuesto mangoneo lucrativo y reiterado a costa del erario público...