Zapatero se empecina en no permitir que nadie le aconseje, deja a sus ministros, secretarios de Estado, etc. en la estacada, desmiente sus ideas, no existe consenso en la acción de Gobierno... Tampoco entiende de autocrítica pero, día a día, está consiguiendo el empobrecimiento de la economía, con empresas al límite o cerrando sus puertas, con un índice de paro tan elevado que Europa le está dejando a la cola...

Esta es la triste historia y realidad en el Estado, aunque tampoco es mejor aquí. El nuevo Gobierno vasco tardó bastantes meses primero en conformarse y después en poner criterio en la problemática de nuestras empresas, que iban cerrando por falta de financiación, que no por falta de cartera de pedidos. Empresas con un pasado, presente, con buena cartera de pedidos echados por la borda, por la dejadez de la nueva administración vasca.

Así las cosas, es más urgente el cambio del plató del Teleberri de ETB que acometer medidas políticas para paliar la caída de empresas, un goteo diario de cierres. Hace un año, la economía vasca y las finanzas de sus instituciones merecían la máxima confianza de agencias europeas.

Ahora, las empresas cierran y el desempleo avanza y la crisis económica no dejará de acompañarnos este año.

A Zapatero sólo le importa viajar constantemente para buscar fuera lo que no tiene aquí, una sonrisa y unos brotes verdes.

Aunque tenga el país en la ruina, sólo piensa entrar en el G-20 o en el G8 o reunirse con Obama. Este país necesita un líder con criterios económicos y éste sólo está preocupado por su imagen.