Estamos escuchando o leyendo en los diversos medios de comunicación los problemas que nuestra provincia tiene con la llegada de menores extranjeros. Por una parte debemos recibir a estas personas necesitadas pero parece ser que somos los únicos. Superamos en número de adoptados a otras comunidades con mayor población e incluso hay alguna que no admite menores.

Aquí damos de todo, somos los mejores. Queramos o no nos llegan por el efecto llamada. Y cuando las instituciones intentan llegar a un acuerdo y aclarar ciertos detalles sólo encuentran problemas.

Es más fácil de controlar una prueba ósea que indica la edad que el pasaporte, el cual en ocasiones estará presuntamente falsificado.

Hemos de pensar que estos inmigrantes vienen de países donde la corrupción, la compra y la venta de viajes, permisos, etc? es habitual. ¿Cómo no van a venir en ocasiones algunos intentando suplantar su edad? Nuestras instituciones deben consensuar con el Gobierno Vasco (las tres provincias) y éste a su vez exigir una solución al Gobierno central (cupo de admisión, aprobación de las pruebas médicas oportunas cuando hay dudas, etc?)

Y en caso de no recibir una respuesta concreta que solucione este problema poner un tope de admisión y devolver a estos menores a la provincia de procedencia. El problema se lo dejamos a otro pero tal vez sea un medio que ayude a una solución.