EL Deportivo Alavés está sumido en una crisis no sólo deportiva, sino, lo más grave, en un proceso económico que podría ser decisivo para la supervivencia del club. Hay confianza en poder superar esa crisis financiera si alguien está dispuesto a negociar con el club y realizar una aportación que impida que pueda disolverse este histórico club de fútbol.

La crisis deportiva podría superarse si no es este año el próximo o al siguiente. Tal vez por la urgencia y necesidad imperiosa de satisfacer unas deudas acumuladas por la mala gestión empresarial anterior, este club necesita ascender urgentemente a Segunda a fin de generar otros ingresos, crear otra ilusión deportiva y poder seguir al pie del cañón.

Primero hemos de solucionar el tema financiero. Ello daría una seguridad al club y se lograría una situación normalizada, porque creo que las actuales circunstancias también influyen en los jugadores. Tal vez a ellos les pueda la ansiedad. Ellos son los primeros que quieren ganar y no pasar por situaciones difíciles. Y lo mismo ocurre con el equipo deportivo. ¿Quién desea perder? ¿Acaso estas personas no se están jugando con sus resultados deportivos su futuro?

Creo recordar que se dijo en su momento que este equipo estaba confeccionado para aspirar al ascenso en uno o dos años.

El cambio de categoría supone reciclarse, y a nosotros nos toca hacerlo. Que se haya podido acertar o no con decisiones de técnicos y jugadores lo estamos comprobando ahora. ¿Toda la culpa es de este equipo técnico? ¿Teníamos en el club personal especializado para acometer los fichajes de las personas que serían los responsables deportivos?

Nosotros estamos jugando mal y sin embargo la diferencia para alcanzar a los de arriba no es tan abrumadora. La categoría es difícil y todavía tenemos oportunidad al menos de disputar los partidos de ascenso. Si logramos el éxito, mejor, y si este año no puede ser tendremos que esperar al próximo.

Ahora que se ha conseguido tener un buen nivel de socios y abonados jugando en Segunda B no podemos abandonar a nuestro equipo. Hemos sufrido con él alegrías y tristezas. Pero siempre hemos sabido superar los malos momentos. Estamos en uno de ellos y por tanto debemos ser los primeros en ayudar al equipo a levantar el ánimo.

Los jugadores deben ofrecer el máximo de su responsabilidad sabiendo lo que se juegan ellos mismos personalmente, y nosotros acompañarles en esas tardes de fútbol ayudándoles a superar esta crisis de resultados.

Aupa Alavés.

Pedro M. Belakortu

Vitoria-Gasteiz