Patxi López, presidente del Gobierno Vasco con los votos del PP, va y dice, en magas de camisa, sin corbata, muy cercano al pueblo, que "el político no debe estar permanentemente en su despacho" y para ello presenta Irekia, el gobierno on line, con sus ciudadanas y ciudadanos para conocer sus propuestas. Y hete aquí que cuando se le ha reclamado o se le ha necesitado oír, ha hecho mutis por el foro? viaje a una boda a Andalucía, lumbagia y el sinfin de viajes a Madrid para recibir aplausos y alabanzas que aquí no recibe.

El político puede o no estar permanentemente en su despacho, lo que se le pide es que resuelva, gestione y cumpla su compromiso con los ciudadanos y ciudadanas.

¿Dónde queda la transversalidad? ¿fue un sueño? ¿y las políticas de empleo? ¿la consecución de la paz? Y para todo eso, se puede estar dentro o fuera del despacho, lo que hay que hacer es trabajar muchas horas, oír, escuchar y decidir.

Pero ya se ve que decisiones no le faltan, aleja de su lado al secretario de Economía, cambia a sus asesores de comunicación, convoca a través de los medios de comunicación a los sabios económicos del país, se devana los sesos para diseñar el nuevo icono turístico de Euskadi Saboréala... Para todo esto no se necesitan alforjas, ni tampoco Irekia.

Quizás si 50.000 vascos presentasen en Irekia propuestas a sus consejeros y al lehendakari mismo debieran estar sin salir permanentemente de su despacho, analizando, debatiendo y dando cauce a las propuestas de los vascos y vascas (...).

No es sencillo, pero sí es necesario, se esté o no en el despacho, escuchar al pueblo vasco, que somos todos y todas, señor Patxi López.