patxi lópez ha cumplido siete meses en Ajuria Enea. Algunos tienen ya problemas con las cuentas. José Antonio Pastor y Alberto Surio, por ejemplo. No entienden los datos del Euskobarómetro y del Estudio General de Medios (EGM). La encuesta sociológica, pagada por el propio Gobierno vasco, dice que la ciudadanía desaprueba rotundamente la gestión de López. Reacción de Pastor: "Quizás no hemos sabido transmitir bien el mensaje". El director general de EITB ha sido más cáustico en su apreciación: "No sabemos las razones por las que han bajado las audiencias. Hay que esperar". Siete meses es margen suficiente para extraer algunas conclusiones.

Confundir ficción y realidad nunca ha sido buena consejera, mucho menos en la acción política. Algo de eso parece estar ocurriéndole al Gobierno de Patxi López. Ignora que gobierna gracias a una foto trucada de la realidad. Saben que su Gobierno no es fiel reflejo de la voluntad popular. PSE y PP pretenden dar carta de naturaleza a una realidad que ni ellos mismos se creen. No cejan en su empeño y utilizan artillería pesada. Los mismos que otrora criticaran con dureza las obsesiones identitarias del anterior Gobierno, hoy imponen su modelo de indentidad integradora: mapas de Cantabria y La Rioja, selección española de fútbol, la Vuelta a España, el mensaje del Rey y las noticias de España. El toro de Osborne llevado hasta la cruz del Gorbeia.

No falla el canal. Chirría el mensaje. Y el fraude: ¿dónde queda la reforma del Estatuto o las promesas de transversalidad? Cruje la palabra y rechinan las formas. Si las destituciones y nombramientos realizados por el nuevo Gobierno en EITB los hubiera llevado a cabo otro partido hoy se hablaría de limpieza étnica. Aquí no. Todo es normal. Signo de madurez y modernidad.

Patxi López tiene un gobierno frágil, cimentado en el espejismo, cautivo de la derecha más recalcitrante. Ha dilapidado en un semestre las aportaciones que durante lustros hicieron a su partido los mineros de las Encartaciones. Las ha convertido en ticket de autopista. ¿Cuánto durará esta figuración? Depende de la oposición.

La oposición, si de verdad quiere cambiar las cosas debe actuar con una audacia y eficacia superior a la demostrada hasta la fecha. El PNV, como siempre, navega entre dos aguas, exhibiendo su calculada ambigüedad, criticando hoy a Rodolfo Ares y pactando mañana con él los presupuestos. Llaman responsabilidad a mantener sus cuotas de poder local. En los arrabales de Ajuria Enea hace un frío helador, demasiado para un partido como el PNV. El resto de la oposición parlamentaria Aralar, EA y EB hace, desde su modestia, lo que buenamente puede y le dejan.

Este panorama, sin embargo, cambiaría de raíz si ETA mañana dijera adiós a las armas. Tal posibilidad aterroriza al Gobierno López.

Dicen que en febrero se despejará la incógnita. La palabra como arma o el arma como palabra (...). Si quienes comparten esta reflexión coadyuvaran sus esfuerzos trabajando en la misma dirección, el Gobierno López se derrumbaría cual castillo de naipes acariciado por la brisa. Empezaría una nueva era.