El pasado lunes, se abrió, en la capital de Dinamarca, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima. Se proponen lograr un nuevo tratado mundial de lucha contra el cambio climático, pues el conocido también como Protocolo de Kyoto, expira en 2012. La conferencia será considerada un éxito o un fracaso según los compromisos que asumirán los gobiernos, sobretodo de los Países más grandes o más desarrollados. Se pronunciarán cifras "mágicas" sobre reducciones de las emisiones de gases nocivos y sobre financiamientos a conseguir. Pero al final, el éxito o el fracaso, todo dependerá del comportamiento de todos nosotros, habitante de la Tierra, demasiado acostumbrado a creernos hábiles en el dar la responsabilidad al otro.

El Papa, ha hecho un llamamiento y en la última encíclica, ha hablado justamente de "nuevos estilos de vida", y ha recordado que el sistema ecológico se sostiene sobre una buena relación del hombre con la naturaleza pero también con sus semejantes. Y es que el éxito de Copenhague depende de todos, especialmente del respeto entre todos los hombres.