Señor presidente, si su Gobierno continúa con su actitud pasiva, el caso de Aminatou Haidar puede, además de acabar en una tragedia lamentable, echar por tierra una capacidad de liderazgo internacional que nos hemos ganado con mucho esfuerzo.

Nuestra imagen de pueblo tolerante, de puente entre culturas y bloques regionales, nuestra historia de éxito escapando de la pobreza, nuestra situación como una de las diez potencias económicas mundiales? todo eso se ha conseguido con el duro trabajo de todo un pueblo durante años difíciles. Si siguen así las cosas, una mujer admirable morirá y España perderá su papel de puente entre culturas, y usted, señor Zapatero, perderá la legitimidad moral que necesita ese proyecto de tener el mundo diferente que todos soñamos.

Señor presidente, tenemos una responsabilidad con Aminatou y con todo el pueblo saharaui. No podemos promover una Alianza de Civilizaciones sin el pueblo saharaui. Aunque eso nos pueda suponer un revés en nuestras relaciones con Marruecos. La defensa de los Derechos Humanos debe estar por encima de ningún interés comercial o estratégico. La vida de una mujer luchadora y admirable, Aminatou Haidar, está en sus manos. Espero que pueda llegar a tiempo y reaccionar con los principios que siempre le han caracterizado.