Los ministros del Gobierno se contradicen entre ellos, e incluso objetan de sus responsabilidades aunque la videoconferencia desde Argentina proporcione un aura de control de la situación cuando menos guay. Pero no hay que llevarse a engaño viniendo del partido regente de este país (PSOE), ya que éstos son los ases de la torpeza, además de unos tecnócratas y burócratas profesionales de la política.
El partido opositor mayoritario (PP) monta el paripé dialéctico y casposo hasta que las familias de los secuestrados les obligan a callar, pero son graciosos los jodidos, sin haber limpiado su casa de bazofia, se atreven a dar lecciones de eficacia y control de la situación. Los nacionalistas (PNV, BNG) piden a la Armada española, ver para creer, que salvaguarden a sus barcos incluso saltándose la ley. Los unos reclamaron hace bien poco la no presencia en los edificios oficiales vascos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los otros, declarados antimilitaristas desde tiempos remotos, no le caen prendas con sus postulaciones.
Resulta hasta ridículo que un ministro de Asuntos Exteriores como el señor Moratinos nos venda la moto de las conversaciones con el primer ministro de Somalia, un país que está sin gobierno desde hace lo menos diecinueve años, y controlado por clanes como los asaltantes del Alakrana. Al menos nos quedan políticos en este país como Llamazares, que no tienen reparos en hablar claro del tema y exigen responsabilidades al armador del barco, ya que es él, como empresario y amo de la embarcación, el máximo responsable. Yo añadiría por ende al capitán, que desoyó las advertencias y que abandonó la zona de seguridad. Uno, que por sus orígenes entiende un poquito del tema, sabe que estas bestias de pesca necesitan, a la hora de faenar, estar holgados para que la campaña sea productiva y rentable e incluso lucrativa.
La sociedad de este país siempre ha resaltado por ser un poco inculta políticamente, y los partidos mayoritarios se aprovechan de la situación con sus discursos y disputas, por ello se enzarzan en una discusión más propia de telebasura y no ahondan en los problemas de fondo. Ahora bien, posiblemente estos caladeros de atún lleven un camino semejante a otros en donde la flota pesquera de este Estado dejó su sello exclusivo, tales como Namibia, Sudáfrica, Malvinas y Chile? ¡sobreexplotación!