Me ha resultado terrible comprobar la cantidad de comida que se tira cada día a la basura de los caterings escolares o de celebraciones privadas o de empresa. ¿No habría alguna manera de evitar ese horroroso despilfarro? Creo que es una hábito -se ha convertido en eso- muy cruel y dañino de nuestra sociedad: no valoramos lo que tenemos.
