Dada la importancia de la noticia, no me ha extrañado que se haya publicado en un pequeño rincón en páginas interiores del diario constitucionalista, muy cercano y conocido. La noticia dice que el Tribunal Supremo rechaza que los padres puedan elegir el idioma en el que deben estudiar sus hijos. En una reciente sentencia, el máximo organismo judicial considera que atender a este tipo de peticiones "conduciría a resultados absurdos, ya que todos podrían reivindicar una instrucción impartida en cualquier lugar". La sentencia respondía a un padre vigués que solicitó la educación de su hijo sólo en castellano. Dicha solicitud ya había sido rechazada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galiza.
El Supremo confirma la desestimación y precisa: "la circunstancia de existir dos lenguas en la Comunidad Autónoma, no sólo autoriza, sino que exige su conjunto tratamiento y exigencia de la gallega en sus estudios no universitarios". El Tribunal Supremo finaliza diciendo que la discriminación se produciría precisamente en el caso de que la Administración autorizase lo pretendido por el recurrente.
Si dicha sentencia existe entiendo que ha de obligar por igual a todo el Estado. En tal caso por qué de la terquedad de Isabel Celaá y de aquellos padres que en la CAV siguen exigiendo tales absurdos. Esos mismos padres y consejera que nos repiten hasta el cansancio, que hay que aceptar sin rechistar las sentencias judiciales. ¿También estas relativas al idioma, aunque sea el euskera? Esperamos respuesta.