VAYA lío hay en la comunidad de vecinos. El presidente de la escalera ha decidido a última hora detener la investigación sobre el supuesto uso indebido de los bienes de todos, es decir, que falta dinero en la caja común y que alguien ha debido de derrochar el fuel que había almacenado en el garaje para que nunca se quedara el edificio sin electricidad en caso de apagón. Qué cosas tienen las personas. El caso es que fue el propio presidente quien lió a todos los demás sobre no sé qué usos fraudulentos que imputaba al anterior responsable del portal, el del quinto derecha. Y ahora no quiere saber nada. De hecho, su voto y el de los amigos que lo apoyan han sido determinantes para acallar a los inquietos vecinos que pidieron en la última asamblea que se supiera la verdad, que con qué derecho alguien se había llevado el cortacésped de la comunidad a un chalé privado para darle un repaso al jardín. Dicen las malas lenguas que el presidente ése del quinto derecha sabía también ciertas cosas que podían comprometer a algunos vecinos, sobre todo a quienes año tras año se postulan para mandar en la escalera, y el actual jefe de portal es uno de ellos, además del dueño del segundo, el que compró todo el piso, mano izquierda y mano derecha, para votar dos veces. En fin, que no hay nada que hacer. Nadie sabrá nunca lo que esconden quienes ahora mandan y quienes mandaron en el pasado porque se cubren entre ellos aunque se miren mal en el ascensor. Pobres tipos. Su mediocridad al menos alegra la vida del resto de los vecinos, aunque la verdad sólo la sepan las cucarachas.
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