Es escritor por casualidad y se ha incorporado al mercado de los libros recientemente. Un despido laboral le puso en la tesitura de buscarse otra actividad que le reportara un salario. Siendo un apasionado lector de novela negra, en 2019 se lanzó al mundo de la literatura. En estos tres años ha escrito otras tantas historias y se ha convertido en uno de los literatos más conocidos del mundillo actual. Vende bien y es fácil conversar con él. Es un hombre divertido, con un fuerte acento escocés, que cuenta lo a gusto que vive ahora en Glasgow, escenario de su nueva novela y de su vida, pero que no le gustaría volver a los 70, década en la que está ambientada. Igual que las otras dos, tiene un personaje fijo, el agente Harry McCoy. Todo pinta mal en su historia: una niña de trece años ha desaparecido y una estrella del rock ha muerto por sobredosis. Es 1973, los periódicos necesitan temas sangrientos y la policía resultados. 

Bobby March vivirá para siempre, una novela muy inquietante.

Muchas gracias. Me encanta que la vea así. Me gusta haber despertado su inquietud. Es algo que nos gusta a todos los escritores. 

¿La trama que cuenta parte de su imaginación o tiene algún viso de realidad?

Básicamente es mi imaginación. Empieza con diferentes lugares de Glasgow. ¿Sabe lo que pasa? Que a veces uno quiere escribir un libro y piensa: voy a buscar un motivo para que pueda ocurrir en este lugar. Cuando tienes varios lugares sobre los que quieres escribir buscas las maneras de poder conectarlos. Ahí es donde empieza esta historia, en la conexión.

En este caso usted refleja una vuelta al Glasgow de décadas anteriores, la ciudad en los años 70.

Sí, está ubicada a principios de los años 70. Todavía hay allí cosas que permanecen pero otras han desaparecido. He intentado meter edificios nuevos y he dado vueltas para buscar los antiguos. He hecho una combinación de todo lo que me he encontrado cuando buscaba lugares para mi historia.

¿Vuelve a los años 70 con una mochila cargada de nostalgia?

No. Me gusta escribir sobre esa época, pero no tengo ningunas ganas de volver a vivirla. Ahora soy mucho más feliz que entonces. No cambio estos tiempos por aquellos, no. No quiero decir que no me pareciera interesante el Glasgow de los 70, pero para vivir me quedo con lo que es ahora, lo que es en este siglo.

PERSONAL

Edad: 59 años.

Lugar de nacimiento: Glasgow (Escocia, Reino Unido).

Formación: Estudió en la Universidad de Glasgow, ciudad en la que aún reside y trabaja.

Trayectoria: Ha dedicado más de veinte años de su vida a la industria musical, a la que ha aportado su trabajo en forma de portadas, vídeos y sesiones de fotos para las campañas publicitarias de un gran número de artistas. Ha escrito tres libros: Enero sangriento, Hijos de febrero y Bobby March vivirá para siempre. En los tres tiene un protagonista, el agente Harry McCoy.

Escribe unas novelas de thriller policial, pero a la vez son muy emocionales, cuenta historias que llegan muy dentro.

Espero que los lectores compartan su opinión. Pienso que hay que poner algo de emoción a las cosas que haces, porque si no, conviertes a tus personajes en robots, en personajes muy pequeñitos… Es mejor basarse en personas normales que tienen esos puestos de trabajo: policías, agentes, músicos... no se puede hacer al revés. Pretendo que mis personajes no estén alejados del lector, quiero que sean personas reales.

Parece una historia muy audiovisual para un proyecto de cine o televisión.

Sí, ya ha habido algunas opciones sobre mis libros. Muchas veces existen esas opciones, aunque luego son muy pocas las que se materializan. Pero es algo que no me preocupa, quizá algún día ocurra, nunca se sabe.

¿Qué autores y autoras han influido más en usted?

La gente que habla de lugares más que de hechos. Gente como James Ellroy. Él habla de Los Ángeles, muestra su estructura social en los años 20. También me encanta Philip Kerr, que escribió sobre el Berlín previo a la Segunda Guerra Mundial. Kerr escribió una novela policiaca muy buena y está ambientada en un mundo que no conoces mucho. Cuando se consiguen ambas cosas en un libro, es maravilloso y son las historias que siempre me apetecen leer.

Antes de ser escritor, Alan Parks trabajó durante 20 años en la industria musical. Oskar Martinez

No le gusta el Glasgow de los 70, pero sí le gusta volver a décadas del pasado. ¿Resulta más atractivo volver atrás desde el presente?

El pasado es genial si no tienes que vivir en él. Los 70 fueron momentos muy interesantes en Glasgow y en otras ciudades. También ocurrió en Bilbao cuando empezaron a cerrar industrias.

Además de interesantes, para muchas personas fue angustiante.

Sí. Pero es interesante vivir esas épocas de cambios. Fíjese en Bilbao, se ha convertido en una ciudad de arte después de su pasado industrial, pero es cierto que en un primer momento no se sabía qué iba a pasar. Muchas ciudades se dieron cuenta de que tenían que adaptarse a las nuevas circunstancias. Realmente la gente no sabía qué iba a ocurrir, todo estaba en el aire y quizá eso hacía muy interesantes esos momentos. Es por eso que me gusta poner mis libros en estas ciudades que tuvieron que adaptarse a grandes cambios.

En los 70 y 80 las ciudades se vieron obligadas a cambiar. ¿Cree que ahora también van a tener que cambiar?

Probablemente. Si ves el centro de Glasgow y otros lugares, tras los confinamientos y porque la gente se ha quedado en casa, han cambiado. Muchas tiendas han cerrado, el ambiente no es el mismo...

¿El miedo va a hacer que las ciudades tengan que volver a adaptarse?

Es posible. ¡Quién lo hubiera dicho hace unos pocos años! Nadie podía imaginarse que los centros de las ciudades se iban a quedar vacíos, que iba a haber un silencio absoluto, que edificios enteros de oficinas se iban a quedar desiertos…

¿Una situación fantasmagórica?

Totalmente. Todo ha sido muy raro, nadie fuera de su casa, todo el mundo encerrado y las calles vacías. Es algo que no nos podíamos imaginar.

¿Le da el tema de la pandemia para una nueva novela?

No, es muy buen tema, pero no va a ser para mí. Algún escritor o escritora ha hecho o hará alguna buena novela policiaca sobre pandemia, pero yo no. Eso se lo garantizo. Supongo que hay autores que ya están en ello.

¿Y usted en qué está ahora que ha terminado esta novela?

Estoy empezando otro libro, aunque está siendo un poco difícil. He comenzado la investigación sobre lugares y de qué voy a escribir. Más vale que me ponga las pilas porque el editor quiere que le presente algo para noviembre. Ya veremos lo que hay.

¿Puede vivir bien de escribir?

Depende a lo que usted llame vivir bien. Si eres Stephen King, sí. A mí no me va mal, pero hay que vender muchos libros para poder vivir de la literatura. Unos viven mejor o muy bien y otros vivimos.

Sabía lo difícil que era este mundo, ¿por qué se metió a escritor?

Porque me echaron de mi trabajo. Si eso no hubiera ocurrido, yo no hubiera escrito un libro. Tenía que buscar algo que hacer, tenía que ser algo que pudiera hacer solo y que no tuviera que depender de otras personas. Empecé a escribir y no puedo decir que me haya ido mal.

¿Cuál era su trabajo?

Trabajaba para una empresa de discos, una discográfica. Organizaba todo lo que eran vídeos, temas de arte visual.

Un experto en música reconvertido en escritor, parece interesante.

Ja, ja, ja… Quizá, no sé si soy experto en algo. He trabajado veinte años en la industria de la música, así que probablemente he aprendido bastante, aunque he sido un amante de la música desde que era un chaval, con veinte años ya era un apasionado. Sabía mucho de entrada. A veces uno sabe más de lo que tiene que saber.

¿Qué le gusta más su trabajo anterior o el oficio de escritor?

El anterior. Ja, ja, ja… Ganaba más pasta. Además, tenía una cuenta de gastos. Compare, escribiendo lo que tienes son gastos. En serio, no me quejo, pero con el anterior trabajo vivía muy bien. Escribir me gusta, pero también se sufre. Sin ese despido yo solo hubiera estado dedicado a la música. Es un mundo muy apasionante.